El primero de abril pasado, se cumplieron 50 años de la transmisión del último capítulo de Los Picapiedras, tras seis años al aire la serie animada de Hanna-Barbera dejó de ser trasmitida. Aun después de ese tiempo sigue en la conciencia y memoria popular de muchas generaciones posteriores a su época, por qué, qué hay detrás de su éxito, qué les siguió, todo eso lo discutimos acá.
Aunque muchos no lo saben Los Picapiedras no eran una serie infantil. Si bien este acuerdo común fue adoptado por ser una serie animada, Los Picapiedra fue elaborada como una serie para adultos y una seguidilla de elementos lo atestiguan, temas como la adopción que para la época eran relativamente tabú (recordemos que el pequeño fortachón Ban-Ban no era exactamente hijo de los Marmol) y el hecho de retratar la sociedad Norteamérica como Family Guy o American Dad la hacían el equivalente a estas de sus tiempos. Es, probablemente, esto lo que la hace consagrarse como una de las series que traspasó la barrera de la memoria colectiva a ser una serie de culto.
Lamentablemente no todo detrás del programa pinta de oro. Le siguieron unos cuantos spin-off sin tanto renombre, como el show de Pebbles y Bam-Bam o su aparición en programas que juntaban varios personajes de Hanna-Barbera, además de dos películas personificadas donde cada una recibió peor crítica que la anterior, incluso siendo la primera con un elenco renombrado teniendo calibres como Halle Berry o John Goodman.
Con sus años en televisión terminados, ya que ningún canal los trasmite hoy y considerando los traspiés que hubieron en el camino con los intentos de traerlos de vuelta, es probable que Los Picapiedras vayan camino al olvido pero al menos no será en la memoria de los que crecimos queriendo ser Búfalos Mojados y los recordamos 50 años después se su término, aún cuando no habías ni nacido 10 años después de su cancelación.
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