Pablo Rouviot recibe una extraña petición en su despacho, donde se desempeña como psicoanalista, Paula le pide que actúe como perito en la causa que se ventila por el asesinato de su padre, la tarea es declara inimputable al asesino de su progenitor, su propio hermano trastornado. Bajo esta premisa es que comienza la pelicula argentina: Los padecientes.
Kibit fue invitado a ver esta pelicula protagonizada por el actor nacional Benjamin vicuña y la trasandina Maria Eugenia (China) Suarez, basada en un libro homónimo escrito por el argentino Gabriel Rolón. Y ahora les haré una pequeña reseña que ya se encuentra en cines chilenos; ya que la cinta tuvo su estreno allende Los Andes el día 27 de abril.
Los padecientes nos presenta una historia basado en una novela negra, nos presenta el asesinato de un importante empresario del país, el cual está aparentemente resuelto, ya que el hijo de este está confeso del acto. Ahí es donde nuestro héroe entra en escena, con la labor de declarar que este chico no puede ser juzgado y deba estar recluido en un centro psiquíatrico con el peso de haber matado a su progenitor. Pero, la obsesión de Rouviot por encontrar la verdad, lo hace indagar en un mundo más turbio de lo que esperaba.
Los padecientes logra esa atmósfera novelesca, se siente como una película oscura y pausada; en la cual el protagonista marca el ritmo de ella. Y es a ese ritmo que uno, como espectador, va entendiendo que este sicólogo esconde a un sujeto agudo y observador. Tiene todos los rasgos de un clásico investigador privado de las novelas de antaño; tan clásico que es casi de texto. No es una película densa, pero es necesario no quitarle mucho el ojo de encima para no perderte detalle de cómo Pablo va desenmarañando esta madeja hacía la verdad.
Los personajes no son tan complejos, o esa es la primera impresión, salvo el protagonista que demuestra tener más armas que sus vastos estudios en psicoanalisis; no por algo todos son los padecientes y Pablo es quién viene a tratarlos a todos. Sin embargo, a mi gusto, las actuaciones no son tan buenas, aunque esto puede ser producto de que este ambiente que se genera te hace estar elucubrando el qué y el cómo. Ahora, una vez avanzada la historia sea hace cada vez más y más obvia. Trata en algún momento de despistarte, pero las cosas son tal y cómo las pensaste en primera instancia.
Existe una historia paralela, la cual puede pasar muy desapercibida; dado que lo central está claro, pero que al final entiendes que es una historia de amor; el amor más importante de todos: el amor propio.
En resumen, creo que la película cumple en su relato, es una buena novela. En ningun momento sentí que estaba perdiendo el tiempo; aunque quizás estoy sesgado ya que me gustan las historias así. Quizás habría cambiado los acentos a la hiora de contar la historia, pero eso es solo mi opinión. Creo que es recomendable para pasar una tarde (una no muy alegre, sino que más reflexiva).
Así es que ya saben, Los padecientes en cines.