- Considerada como una versión moderna de lo que fue Persuasión de Jane Austen, Buenas Intenciones es un libro que une el pasado con el presente a través una historia de amor y encuentros con la que Anna Casanovas logra que sus lectores conecten como si fueran testigos de una historia real.
“Las buenas intenciones no suelen acabar como esperamos. En el mejor de los casos sus resultados son imprevisibles. En el peor… en el peor te encuentras con un móvil en la mano y con el corazón y la autoestima destrozados”
Buenas intenciones nos muestra la historia de Anne y Manel, quienes se reencuentran después de ocho años, pero el recuerdo de la última vez que lo hicieron aún pesa sobre ellos.
Anne vive con su padre y su hermana menor en la pequeña ciudad de Bath en Inglaterra. Su vida ha tomado un rumbo con el que no se encuentra conforme, sus días siguen una rutina que la hace infeliz y está cansada de quedarse en lo seguro. Para encontrarse a si misma, Anne comenzará a tomar una serie de decisiones que se transformará en el gatillante del libro.
Manel, por su parte, es un ingeniero que maneja su propia compañía de tecnología bajo la que opera la aplicación de Buenas Intenciones, en donde digitas el número de teléfono y todas las redes sociales de la/las personas con las que no convienen volver hablar aunque sea con una buena intención -de ahí el nombre. Sin embargo, la aplicación está a punto de ser vendida, y llegará el momento de presentar uno de los proyectos más significativos de Manel: Jane, la inteligencia artificial en la que lleva trabajando años y con la que está intentando descubrir el misterio en torno la relación de Jane Austen y Tom Lefroy.
Aquí es donde encontramos nuestra segunda historia, qué pasó entre Austen y Lefroy es lo que nuestros protagonistas nos querrán mostrar y lo que finalmente terminará por reunirlos. Lo más interesante de este punto es la elección de la autora de mostrarnos estos breves episodios con un estilo narrativo más que como simples cartas.
La forma en que se intercalan los capítulos está tan bien hilada que no resulta complejo de leer, sin embargo en las primeras páginas hay una descripción del escenario en el que se encuentran nuestros personajes, que en ocasiones podría aburrir al lector, pero que es súper importante para entender el por qué del actuar de nuestros protagonistas y cuál es el cambio que hacen.
Cada personaje está muy bien construido y desarrollado, con rasgos tan intrínsecos que cada decisión que toman y la forma en que la meditan es congruente con la manera en la que nos los presentan.
En todo el libro hay mensajes importantes. Desde el feminismo, la historia nos muestra a nuestras protagonistas -Jane y Anne- fuertes, decididas y dejando en claro que no necesitan ser protegidas como damiselas en apuro o a seguir los cánones de una sociedad arcaica de cómo debe comportarse una mujer y cuáles son las supuestas obligaciones a las que está sujeta-como es el caso de Jane-, y por otro lado, nos muestra lo importante de seguir nuestros sueños, de hacer aquello que nos hace sentir llenos y conformes con quienes somos.
Pero, ¿por qué llamarlo Buenas Intenciones?
Porque todo se relaciona con lo que hay detrás de cada acción. Habitualmente, cuando recibimos un consejo, tendemos a escucharlo porque se hace con buenas intenciones, cuando vamos a tomar una decisión y hay terceros involucrados, pensamos que tan bien le hará, que tan bien nos hará, siempre están nuestras buenas intenciones. Sin embargo, en ocasiones y si nos detenemos a pensar qué significa, la respuesta es un tanto distinta.
“A menudo las buenas intenciones significan ‘tengo miedo y no sé qué hacer’”
En suma, Buenas intenciones es un libro homenaje a Jane Austen, pero que nos sitúa en nuestra época para demostrarnos la importancia de seguir nuestros sueños, de descubrirnos y seguir nuestro propio camino en la forma que queremos para sentirnos bien con la persona que somos. El amor es importante, pero por sobre todo, debe ser un amor hacia nosotros mismos en el que vale más arriesgarse que alejarse.