Brightburn hace una simple pregunta, una que quizá muchos nos hemos hecho pero que jamás creí veríamos respondida en una película financiada y distribuida por un estudio: ¿Qué pasaría si los años formativos de Superman lo convierten en algo distinto? ¿Qué pasaría si en vez de representar la verdad y la justicia in the american way, terminara convirtiéndose en algo más cercano a lo que vivimos en 2019? Y vaya respuesta nos dio este film.
Brightburn es uno de los films más carentes de esperanza y brutales que he visto estrenado por un estudio en años y me encanta. Me alegra saber solo que esta película existe y llegó a salas mundialmente. Similar a “Super” (2010), “Slither” (2006) y hasta las dos películas de “Guardianes de la Galaxia”, James Gunn siempre pone un giro interesante a las historias en las que está involucrado y aunque en este caso solo está actuando de productor, su influencia es notoria en la película en general.
Brightburn contiene muchos de los elementos que han convertido a James Gunn en una de las voces más únicas dentro del sistema de estudios. Los mcguffins que fallan a último minuto, el humor negro, la elección de canciones y hasta el genial cameo de Michael Rooker. Esta cinta es una oscura y despiadada visión del mito de Superman, es una visión que no se compromete a suavizar nada, es una delicia de ver. Está ejecutada con una seguridad que no solemos ver en el terror de estudio, solo basta con ver la reciente “La maldición de La Llorona” para saber que pasa cuando no hay pasión detrás de un proyecto.
A un nivel técnico Brightburn tiene un look anamórfico precioso, el bokeh y los lens flares característicos del uso de estos lentes le dan mucha personalidad al film. La mayoría de las actuaciones cumplen y quiero destacar a Jackson A. Dunn como nuestro malvado protagonista Brandon Breyer. La entrega de las líneas no siempre es perfecta pero me vendió totalmente su personaje. Es superior al resto y lo sabe, pero sigue siendo un niño. La película depende bastante de él y su interpretación es vulnerable y creíble. ¿A quién no le han dado ganas de destruir a todos sus compañeros de clase cuando tenía 12 años?
Y esa es la mayor tragedia de todas. Sí, es verdad que Brandon asesina gente; pero es un niño asesinando gente. Su criterio no está formado, su proceso de decisión es egoísta y aunque parece entender el concepto general de que el asesinato es malo, no es muy difícil comparar sus acciones con las de un niño cortándole la cabeza a un juguete o derribando un edificio de Legos. “Brightburn” es un fascinante y siempre entretenido thriller que entrega todo lo que podrías desear de esta premisa. La acción y gore están ahí, así como también el trabajo de personajes y guion. Y además tiene la mejor secuencia de créditos del año acompañada de una canción de Billie Eilish así que no me quejo.
“Brightburn” es una de las mejores películas del año y probablemente la mejor película de terror de este 2019 junto a “Us”. Es brutal, es sangrienta y está hecha con mucho cariño. Apoyemos esta clase de propuestas, el genero de súper héroes está evolucionando y son estas visiones extremas y distintas las que creo nos llevarán a historias que lleven al género más allá. Ubicaré a “Brightburn” en el lugar número 6 de las 63 películas que he visto de 2019. Arriba de “Pokémon: Detective Pikachu” y debajo de “El Cuento de las Comadrejas”.