En mayo llegó a las librerías chilenas Una Obsesión Perversa de Victoria Schwab, el primer libro de la bilogía Villanos, una historia que transforma lo fantasioso en una extensión de lo cotidiano a través de lo racional y donde los limites entre el bien y el mal se desdibujan.
Muchos seres humanos eran monstruosos, y muchos monstruos sabían jugar a ser humanos
“Escribo sobre la línea del bien y el mal, lo monstruoso y lo humano, la vida y la muerte” dijo Victoria Schwab durante su paso en Chile. “Una obsesión perversa es probablemente la novela más oscura que he escrito”, y de eso no hay duda.
Lo advertimos desde ya, este no es un libro sobre la lucha de un héroe contra un villano, no es la pelea de personas especiales contra un sistema represivo, sino que es la expectación del enfrentamiento de villanos.
Eli y Victor fueron “amigos” durante la universidad atraídos en cierta forma por la oscuridad del otro, pero una investigación sobre los EO, personas con poderes y el deseo de ser más, los transforma en enemigos. Diez años más tarde, Victor y Eli se reencuentran y el único objetivo es destruirse.
Ambos personajes podrían ser considerados como villanos, sin embargo, Victoria logra que podamos comprender su actuar -al menos de uno- e incluso preguntarnos que haríamos nosotros en ese lugar. Algo sumamente importante es que los personajes secundarios tienen un valor en el libro, a diferencia de otros donde se limitan a apoyar o rechazar a los personajes principales, en el caso de Una obsesión perversa, cada uno tiene su voz y se mantienen fiel a sí mismos.
El ritmo de lectura es ágil, sobre todo por el juego que realiza Victoria, transportándonos a través del tiempo, volviendo años, días e incluso horas antes de que nos enfrentemos al punto crítico de la historia con una secuencia de acontecimientos que mantendrán en vilo mientras encamina a un final, frente al que el segundo libro se vuelve imperioso de leer.
Y ahora, igual que entonces, cuando cerró los ojos y buscó el silencio, surgió una palabra, un recordatorio de por qué no podía darse el lujo de romperse; un desafío, un nombre
Una obsesión perversa es un libro que no deja indiferente, cada giro en la trama mantiene el interés con personajes creados como pequeños mundos, tan completo y complejo entre sus matices, que pese a este mundo donde los poderes existen de la forma más científica posible, logran actuar de un forma realista y que sin duda transforma esta historia en una que, a juzgar por la crítica, no se querrán perder.