“Presidente Bajo Fuego” (Angel Has Fallen) es la tercera entrega de la saga de acción escrita por Creighton Rothenberger y Katrin Benedikt, iniciada por “Olimpo Bajo Fuego” (2013) y seguida por “Londres Bajo Fuego” (2016).
Esta cinta es protagonizada por Gerard Butler, quien encarna al agente del Servicio Secreto de los Estados Unidos, Mike Banning. El agente está a punto de tomar el cargo de Director del Servicio Secreto, cuando ocurre un atentado contra el presidente de Estados Unidos, Allan Trumbull (Morgan Freeman), un hombre virtuoso y de gran templanza que confía profundamente en Banning. Tras el intenso ataque ocurrido en medio del día de pesca de Trumbull, mueren todos los agentes a excepción de Banning, quien logra proteger al presidente bajo el agua.
Con el presidente Trumbull en estado de coma, Banning despierta en un hospital esposado por el FBI, ya que ha sido incriminado como autor del ataque. Tras varios eventos, el agente logra escapar y se refugia en medio del bosque, en la casa de su ausente y ermitaño padre. Este nuevo personaje en la saga, encarnado por Nicholas Nolte, viene a renovar los ánimos de los espectadores con una bien valorada dosis de humor e ingenio. Gracias a su ayuda, el agente Banning retoma postura para articular un plan que lo llevará hasta el Presidente, quien ha despertado; esto con el fin de protegerlo de un nuevo ataque y demostrar quién ha estado detrás de todo.
“Presidente Bajo Fuego” es una película con un relato un tanto confuso; que además incorpora como factor relevante el mal estado de salud de su protagonista, pero que para la trama no resulta determinante en ningún caso. Como es de esperar, está cargada de disparos, muertes y acrobacias de escape; resultando predecible tanto en su antagonista –con un aspecto asimilable al desquiciado Señor Crocker de Los Padrinos Mágicos-, como en los momentos en que se realizarán los atentados, y en la suerte que correrá el protagonista al final de la cinta. Pero no todo es negativo, ya que presenta varios aciertos en su relato, que hacen que la trama no sea obvia; además de incluir las positivas e inesperadas intervenciones del padre, quien viene a conectar el escenario sanguinario, con el mundo privado y sensible que conforma la familia del protagonista, necesarios para un final redondito.
“Presidente Bajo Fuego” es una película que entretiene, y que podrá ser vista desde este Jueves 22 de agosto en las principales salas de cine chileno.
Agregaría que es una película donde los roles y el villano se detectan en los primeros 15 minutos, no es difícil determinar quienes son los que tienen interés creado. Existe una escena como pegada con cola fría que de verdad no aporta nada a la trama y es ridículamente imposible que sucediera de esa forma. No dire mas para no pasar a spoliar la película
Toda la razón, Manuel. Y a pesar de todas esas fallas, creo que cumple su función de entretener.