Una maldición oscura y solitaria es uno de los grandes lanzamientos de este año en cuanto al género de fantasía y que en primera instancia puede engañar con la premisa del amor como salvación, pero en realidad esconde una historia más realista y oscura, sustentada en la intriga, la estrategia y la valoración personal.
La verdadera maldición ha sido creer que podíamos encontrar una salida
La historia de Kemmerer es un retelling -reescribir historias clásicas de un modo distinto- de la Bella y la Bestia, esto quiere decir que conserva sólo la idea base del famoso cuento (una maldición, el amor como la respuesta, el baile, étc) pero la forma en que desarrolla las cosas y los giros que hay en la historia dista mucho de otros conocidos retelling como Beastly de Alex Flinn, Cruel Beauty de Rosamund Hoge o incluso la conocida saga A court of thorns and roses de Sarah J. Maas en sus inicios.
En este sentido, tenemos a Rhen, Harper y Grey, los principales personajes de esta serie (aunque Grey es considerado secundario). Rhen es un príncipe maldito que al final de cada estación se transforma en una bestia que asesina a cualquiera, y para romper el maleficio debe hallar el verdadero amor. Grey es el único miembro de la Guardia Real que sigue vivo y también la escolta asignada al heredero al trono previo a la maldición; y Harper, una joven que termina en este mundo de fantasía luego de salvar a una joven y termina siendo secuestrada en su lugar.
La trama sigue la relación de Rhen y Harper, pero ésta se subordina a la amenaza de una invasión a Emberfall, las tierras de Rhen, y ambos junto a Grey deben idear un plan que salve a todo el pueblo mientras el tiempo corre en su contra. Es la última estación de la maldición y de no romperla, Rhen se transformará en la bestia sanguinaria para siempre.
Los puntos más fuertes, en este sentido, son sus personajes y las descripciones con la que Kemmerer logra ambientar y adentrar al lector en el mundo de Emberfall. El libro se cuenta en primera persona alternando entre Rhen y Harper. Rhen nos aporta una mirada mucho más introspectiva, mientras la mirada de Harper es mucho más aguerrida, algo sumamente importante, ya que tiene parálisis cerebral y su hermano siempre se ha encargado de empequeñecerla por ello en su intento de protegerla.
Grey, por su parte, tiene su propio valor y el sentido de lealtad lo hace uno de los personajes predilectos de este primer libro, y si bien se hacen guiños a un triangulo amoroso, la idea queda casi flotando, dado que el romance mismo -que se desarrolla de forma paulatina- no es tan trascendental como en otros retelling o en el mismo cuento original.
En este sentido, uno de los puntos que se podría haber mejorado y que al parecer en el segundo libro Kemmerer abordará más, es la narración desde el punto de Grey lo que además hubiese ayudado a potenciar la atmósfera con las transformaciones de Rhen en este retelling. Un detalle menor, pero que en definitiva pudo haberle dado una potencia mayor.
Cuando nacemos nos tocan unas cartas. Una buena mano puede terminar perdiendo, así como una mala mano puede ganar, pero todos debemos jugar las cartas que el destino nos otorga. Las elecciones que enfrentamos quizás no sean las que queremos, pero no dejan de ser elecciones.
Una maldición oscura y solitaria es el inicio de una trilogía que promete intrigas, acción y desafío, cuyo peso recae en personajes sólidos y coherentes que le permite al lector aceptarlos fácilmente y con giros que te hace replantear todo lo que has leído para sacar conclusiones que, muchas veces, termina siendo todo lo contrario a lo que pensabas.