Con sus 320 páginas, La rosa blanca llega a cerrar la trilogía Los libros del Norte de la gran saga escrita por Glen Cook: La compañía negra, una serie que nos lleva por la fantasía más oscura y nos recuerda por qué este autor es uno de los grandes del género.
Empezó a estudiar, a descifrar, a traducir, a escribir una carta-historia que no alcanzaría su destino hasta después de muchos años
El último libro de esta primera trilogía nos presentará tres líneas temporales, que si bien suceden en distintos momentos, se encuentran relacionadas, puesto que el autor va a dar rienda suelta a todo lo que hemos visto con las entregas anteriores {La primera crónica y Sombras Fluctuantes} para poder cerrar el ciclo de sus emblemáticos personajes.
Si una de las principales diferencias con sus predecesores es que en esta tercera y última no vemos tantas batallas, sino que lo principal se concentra en sus personajes, valiéndose en gran parte de ellos para acercarnos al final. No obstante, durante la primera parte del libro, no es mucho lo que vemos del grupo protagonista y eso puede hacer que en principio nos cueste un poco implicarnos, pero cuando los flashback se hacen presente, la historia toma un ritmo que nos mantiene expectantes mientras aguardamos ese final.
Como siempre, el estilo de Glen Cook es directo y sencillo. Sin adornos, nos va contando las últimas peripecias de este grupo y nos encuentra figuras realistas, pues la guerra ha dejado su huella en cada uno de los personajes y estos en si mismo no se alinean en ningún extremo de lo bueno o lo malo, tienen matices y permite que, a pesar de la magia y la épica, se sientan cercanos a uno.
El monstruo huyó. Pero regresaría otra noche, y otra, y otra después de esa…
La rosa blanca es el cierre de la primera trilogía de La Compañía Negra, que conocimos como Los libros del Norte, un libro que si bien se aleja en términos de estilo de lo que fueron los anteriores, logra a su manera traerlos de vuelta para cerrar lo justo y necesario con un final a la altura de sus personajes y su trama, recordándonos que existe una fantasía anterior a la que hoy consumimos y que va más allá de los tópicos a los que ya estamos acostumbrados.