¿Qué esperamos cuando vemos una película de terror? Ir a otra realidad donde podamos permitirnos asustarnos sin que algo así verdaderamente nos suceda, o por lo menos sentirnos incómodos.
Precisamente, Metamorphosis -película dirigida por Hong-seon Kim y protagonizada por Dong-il Sun, Hye-Jun Kim, Kang-Hoon Kim., Seong-woo Bae, Yi-Hyun Cho y Young-nam Jang- nos ofrece esto a través de la historia de una familia que se muda a una nueva casa donde un espíritu maligno puede cambiar de rostro e infiltrarse entre ellos y con un sacerdote que tras su último exorcismo fallido debe volver a la práctica para salvar a quienes quiere.
Una de las principales razones por la que funciona esta película es por la forma en que los personajes se encuentran caracterizados y la acción que acompaña cada momento de la cinta. Ambos factores se entrelazan súper bien dada las actuaciones, e incluso se torna perdonable cuando aparecen personajes que sólo aparecen una vez.
Asimismo, la atmósfera que se crea genera una incertidumbre y una sensación claustrofóbica. El uso de los colores y la luz más la forma en que se levantaron los diversos escenarios le da fuerza a la película, la que no recurre a sobreexplotar el recurso del jumpscare, donde las escenas están hechas para generar que nos sobresaltemos, sino que todos los factores que se dan en la película lo provocan por sí mismo con naturalidad.
Si bien en términos de trama podemos encontrar bastantes fallos y situaciones que están de más con el solo objetivo de alargar la película, así como tampoco aporta nuevos conceptos al género, a rasgos generales esta funciona bastante bien. No obstante, el final es -como siempre en las cintas de este tipo- predecible y decae en relación a lo que fue antes.
Los rostros del diablo es una película que justifica porque el cine asiático del género suele prevalecer sobre el occidental. Con una puesta de escena excelente, y a pesar de las fallas en su trama y lo poco innovadora, es una cinta que en general cumple su cometido: hacernos sentir incómodos.