La cartelera y los estrenos empiezan lentamente a tomar su curso y mientras estrenos grandes como Frozen II parecen arrancar (aunque al final quizás no), son las películas más independientes las que se empiezan a tomar las pocos horarios disponibles. Y qué mejor que la película de la noche de apertura del Festival de Cine de Sundance, El Pasado que nos Une, como representante del espíritu independiente en la cartelera.
El Pasado que nos Une es el segundo remake estadounidense protagonizado por Julianne Moore de este año, en esta oportunidad se le unen Michelle Williams y Billy Crudup, y nos cuenta una historia plagada de secretos, traición y engaño. Los cuales Bart Freundlich (el director y adaptador del guion original) estrujará lo más posible para ocultar la falta de conexión y honestidad con la que trata el material.
El Pasado que nos Une es la clase de film que puede parecer seductor en un inicio, como espectador desde el primer segundo sabes que estos personajes ocultan cosas, el problema viene cuando descubres que es lo que ocultan. Partiendo por la filmografía de Freundlich, es claro que este no es el hombre correcto para adaptar una historia así. Su dirección es a lo más, competente. No hay ningún sentido de estilo visual o de planos que distingan a esta película de un programa de televisión muy bien filmado. Está a años luz de ser la película peor fotografiada o dirigida del año, pero no hay nada sobre la presentación de esta cinta que la haga resaltar del montón.
Fuera de Julianne Moore y de Billy Crudup, las actuaciones son uno de los peores aspectos de esta película. Michelle Williams esta increíblemente mal casteada en este rol, siempre luce como si estuviera a punto de llorar; Abby Quinn es simplemente desastrosa como Grace, la hija de Julianne Moore. Hay una escena en la segunda mitad de la historia donde se entera de una devastadora noticia y debe llorar desconsolada, pero ninguna lágrima sale de sus ojos. Siempre he odiado cuando los actores hacen el ruido de llorar y fingen que las lágrimas salen de sus ojos, cuando en verdad nada está pasando, pero Quinn lleva esto a un nuevo nivel. Tomó un personaje que debería haber sido inseguro pero entendible y lo convirtió en una persona desagradable y casi caprichosa. En la escena donde pelea con su esposo, pelea que no tiene ningún sentido y que aparentemente provoca un divorcio entre estos dos (imposible saber ya que él simplemente desaparece de la película después de este punto), es vergonzosa. No tan vergonzosa como todas las actuaciones infantiles si, los niños no suelen ser los mejores actores pero en esta cinta todo lo que sale de sus bocas es absolutamente inverosímil.
Spoilers medianos en este párrafo. Lo mismo se podría decir del personaje de Julianne Moore aunque se podría argumentar que es parte del punto de la película por lo que lo dejaré pasar. Hablando de ella, una vez que la película termina te darás cuenta como el plan de su personaje solo resultó por casualidad. Si el punto de todo esto eran los hijos pequeños de Moore ¿por qué enfocarse tanto en la hija mayor? Entiendo que hay una conexión entre Williams y ella, pero ¿no habría sido mucho más productivo establecer una relación entre Michelle Williams y sus otros dos hijos? ¿Qué tal si se terminan llevando mal? ¿Qué tal si Grace se iba de Luna de Miel el día después del matrimonio? ¿Qué tal si Michelle Williams no hubiera ido al matrimonio? ¿Qué tal si Grace no hubiera contado esa anécdota específica que inicia todo?
Sin embargo, creo que lo peor de todo esto es lo fácil del guion. Incluso ignorando todas las conveniencias y las sub-tramas abandonadas, por algún motivo este guion decidió convenientemente saltar todas las escenas potencialmente dramáticas, pero aun así quiere el peso emocional de estas. Solo por darles un ejemplo, en los últimos minutos de esta cinta un personaje muy importante muere, ¿cómo murió? ¿quién estaba con ella? ¿cómo reaccionan los demás personajes a esta muerte? Nadie lo sabe. Considerando que toda la película lleva a este punto es muy poco satisfactorio como la cinta se salta este momento de manera olímpica, pero igual te pone la música triste al final para tratar de sacarte una lágrima.
El Pasado que nos Une es la clase de cinta que solo te decepciona a medida que se revela. Julianne Moore es buena como siempre y hay un par de escenas grabadas en locación en India, lo que siempre se agradece, pero no sé si el destino hace que valga la pena el viaje. Ubicaré a “El Pasado que nos Une” en el lugar número 90 de las 141 películas que he visto de 2019. Arriba de “El día más largo” y debajo de “Between Two Ferns: The Movie”.