La Catedral del Mar (Grijalbo, 2006), de Ildefonso Falcones narra la vida de la Barcelona del siglo XIV teniendo como tema la construcción de la basílica de Santa María del Mar. Un enorme éxito internacional que ha vendido más de 6 millones de ejemplares en todo el mundo y que ha sido adaptada a una serie de televisión y transmitida al mundo por Netflix. Ahora nos llega la versión cómic, La Catedral del Mar (Random Cómics), realizada por la guionista Pilar Alonso y uno de los mejores dibujantes españoles actuales, Tomeu Pinya.
Para quienes no han visto la serie o leído la novela, esta ronda en la época de cuando era parte del reino de Aragón, bajo la ley de Pedro IV. Tiempos de cambio en la Europa y en particular de ciudades como Barcelona en las que emergía, por detrás de la nobleza, la adinerada burguesía y las leyes que protegían al ciudadano común.
El padre de Arnau, Bernat, encuentra refugio en la ciudad libre de Barcelona, y es allí donde Arnau crece hasta convertirse en un hombre. Es un libro largo en su primer versión que se acorta notablemente en el cómic, sin embargo, sentí que se demora demasiado en crecer. Por lo tanto, la novela pierde un poco de ritmo en la sección media. Pero esta es una pequeña objeción. Pronto recupera el ritmo una vez que ha crecido completamente. A través de una combinación de trabajo duro y buena fortuna, él adquiere riqueza y, eventualmente, como recompensa por un ataque audaz cuando Barcelona está bajo ataque desde el mar, se convierte en un noble. Pero el rey lo obliga a un matrimonio sin amor. Y cuando libera a los siervos en sus propiedades, sus compañeros nobles se enfurecen. El clímax en el que Arnau se encuentra ante la Inquisición es magnífico.
Otros temas tratados son la arrogancia y la brutalidad de la nobleza, los prejuicios populares contra los judíos y la implacable persecución de ellos por parte de la iglesia medieval. A lo largo de la historia está contrarrestada por el edificio de Santa María de la Mar (la catedral del título) por la gente común de Barcelona.
La historia está bien contada y los temas bien manejados. No es difícil ver por qué el libro se convirtió en un éxito de ventas en España y el mundo. Esta es sin duda una novela histórica de primer orden.